Igual que en toda Galicia, la noche de San Juan en Camariñas es mágica.
Días antes a la noche del 23 se junta el material para hacer las hogueras, muchas de ellas en la playa, que arderán toda la noche para espantar a «meigas y brujas». Las entradas de las casas se protegen con ramos de helechos, espadañas, rosas y otras flores silvestres. Estas mismas hierbas se ponen en un cubo con agua que se deja al frío de la noche para, en la mañana del 24, lavar la cara y purificarse.
El acompañamiento gastronómico de la noche son las típicas sardinas con cachelos y pan de trigo o brona (pan de maíz) que se comerán durante toda la noche hasta que llegue el momento de saltar la hoguera.
La festividad del San Juan tiene origen pagano y está ligada con las celebraciones en las que se festejaba la llegada del solsticio de verano. El rito de encender las hogureas era para «dar más fuerza al sol», que a partir de estos días, iba haciéndose más «débil».