Cada 16 de julio, la gente del mar de Camariñas festeja con pasión y devoción a su patrona. La actividad y los nervios comienzan ya el día anterior, engalanando los barcos con banderas y cintas de colores.

El día de la fiesta, el programa comienza a primera hora de la mañana con los preparativos de la ancestral y colorida Danza de Arcos. Los bailarines se concentran en la plaza del Ayuntamiento para llevar su música y sus rítmicos pasos y movimientos por el paseo marítimo hacia la plaza del Carmen, justo enfrente del puerto. La siguiente parada es la iglesia de San Xurxo donde recogen la talla guardada en este templo para acompañarla a la pequeña capilla del Carmen, más próxima al mar, y en la que se encuentra la segunda imagen del Carmen (más pequeña) que saldrá en procesión con los barcos.

Tras la misa de campaña en el puerto, da comienzo la tradicional procesión marítima. Cada año, uno de los barcos de la flota local es elegido para llevar a la santa escoltado por el resto de las embarcaciones que suman a su tripulación cientos de vecinos que viven con auténtica pasión este momento.

Ofrenda floral

A varias millas del puerto, en la entrada de la ría, la flota forma un círculo para realizar la ofrenda floral en memoria de los fallecidos en el mar envueltos por el incesante son de las bocinas. Una vez que las embarcaciones completan las vueltas de rigor en torno al ramo echado al agua, la flota se encamina hacia el puerto de Muxía. Allí, donde centenares de personas los aguardan, los bailarines de la Danza de Arcos repiten sus pasos.

Iniciado ya el regreso a Camariñas la comitiva festiva se aproxima al puerto de Merexo para hacer sonar una vez más sus bocinas, replicadas con bombas de palenque.

El desembarco de la patrona en el puerto bajo la bóveda de arcos de colores es otro de los momentos de más emoción de esta fiesta marinera.